DE DELFINES Y DELFINARIOS

ANTECEDENTES
 
Desde hace algunos años grupos ambientalistas iniciaron campañas en favor de la prohibición del uso de animales en espectáculos como los circos, la tauromaquia y, más recientemente, los delfinarios.
 
En el caso de los animales en los circos los animalistas fueron apoyados por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y lograron su prohibición hace ya casi dos años, con resultados desastrosos. El uso populista del tema por el PVEM llevó a que murieran más de la mitad de los 1,300 que estaban registrados y a muchos otros se les perdió la pista porque fueron vendidos a particulares. Los santuarios en donde estos animales debían pasar el resto de su vida simplemente, nunca fueron realidad.
 
La tendencia mundial hacia un tratamiento más respetuoso con animales silvestres es irreversible, pero es necesario que el proceso sea ordenado y bien planeado para no producir efectos no deseados en el proceso.
 
¿QUÉ REPRESENTAN LOS DELFINARIOS PARA LOS QUINTANARROENSES?
 
De los 27 delfinarios que hay en nuestro país, 16 están ubicados en Quintana Roo en Isla Mujeres, Cancún, la Riviera Maya y Mahahual.
 
En 2016 los turistas de Cancún y la Riviera Maya realizaron alrededor de 600 mil nados con delfines, a lo que habría que sumar los nados que hacen los visitantes de crucero en Cozumel y Mahahual, lo que podría incrementar en más de 120 mil nados el total para Quintana Roo.
 
Considerando una derrama media de $3,000 pesos por nado, ya que al espectáculo en sí, hay que sumar ingresos por fotografía, souvenirs y alimentos y bebidas, la derrama que generan los delfinarios en Cancún y la Riviera Maya asciende a más de 2 mil millones de pesos.
 
De los alrededor de 200 delfines que hay en Quintana Roo, 60% de ellos han nacido en cautiverio y proporcionan empleo a 2,500 personas.

¿QUÉ VA A PASAR CON LOS DELFINARIOS?

Inicialmente el PVEM planteó la prohibición de los espectáculos con mamíferos marinos sin más, pero el cabildeo de los representantes de los delfinarios, logró que se aprobara una adenda al artículo 60 bis de la Ley de Vida Silvestre que, en resumen, contiene los siguientes puntos:
 
·         Se permite que los delfines que actualmente están en cautiverio realicen las actividades para las cuales los delfinarios recibieron autorización.
·         Se ordena realizar un inventario de todos los mamíferos marinos en cautiverio.
·         Se permite que todas las hembras se reproduzcan por una única y última ocasión.
·         Se ordena preparar para su reintroducción a la vida silvestre a un mínimo de 5 ejemplares en mayo de 2018.
 
Esta adenda a la ley permitirá que los delfinarios sigan operando como hasta ahora lo han hecho durante 30 a 40 años más, que es la esperanza de vida de un delfín en cautiverio y protege a los animales al no plantear la introducción a la vida silvestre de animales que han nacido en los delfinarios, que representan el 60% de total.
 
Este lapso de vida de los delfinarios parece razonable ante la disminución en el interés del mercado en los espectáculos con animales en cautiverio y que ya se manifiesta en Cancún y la Riviera Maya, según ilustran las cifras de penetración de mercado de los pasados dos años, mostrando descensos significativos con respecto a las obtenidas en 2014.
 
Es importante mencionar que el número de nados con delfines ha crecido año con año gracias al incremento en la afluencia de turistas a estos dos destinos, pero la baja en la popularidad de las actividades con delfines entre los visitantes ya se manifiesta estadísticamente.
 
Penetración de mercado de nados con delfines en Quintana Roo (porcentajes del total de turistas):

Fuente: Estudios Turista de Cancún y de la Riviera Maya elaborados por Marketing Consultants.

 

Durante el tiempo que operen los delfinarios, es necesario que vayan adecuando sus actividades con mamíferos marinos de acuerdo a las tendencias de otorgarles un trato más respetuoso, modificando aspectos como el número de personas que interactúan con ellos diariamente y que les generan estrés, ampliando en lo posible el espacio del que disponen y buscando opciones para que los delfines interactúen con el medio natural, entre otras medidas.

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